24 de octubre de 2016

RENDIRSE NUNCA ES UNA OPCIÓN

Hoy nos ponemos algo más sensibles, ¡pero no por ello tristes! El diagnóstico de cáncer es un golpe muy duro, pero lo peor es cómo afrontarlo; qué hacer para que no se nos eche el mundo a los pies y caigamos en la constante negación de la vida. Ni el cáncer ni las amputaciones son un impedimento.


Bien, lo mejor es tomarlo como un desafío. Un desafío que hay que asimilar, aceptar, pulir y ganar. Para ello, es primordial expresar los sentimientos. Manifestar tristeza o miedo no es una señal de debilidad, sino todo lo contrario. Al mostrar nuestros sentimientos nos envalentamos y fortalecernos, así que encuentra la forma de expresarte y hazlo sin miedo. Algunos ejemplos son hablar con gente de confianza, escribir un diario, pintar...


Con respecto al cuerpo, y si las condiciones son favorables, hacer ejercicio es buenísimo para relajar el cuerpo y sentirse bien. No hablamos de gimnasios, sino de actividades tan simples como caminar, hacer yoga, nadar o hacer estiramientos. Las amputaciones no son impedimento para ello, sino que además, con ayuda y motivación, es totalmente alcanzable. ¡Todo es comenzar!

Para qué decir que es de vital importancia cuidarse a uno mismo. Tómate tu tiempo todos los días para hacer algo que te guste y disfrutes. Esto puede ser cocinar, pasar tiempo con amigos, meditar, escuchar música... La actividad es indiferente, lo verdaderamente importante es disfrutar.

Y, por supuesto, pedir ayuda. Es muy difícil para cualquier persona lidiar por sí sola con el hecho de tener cáncer o alguna amputación, por lo que es indispensable abrirse y pedir ayuda, no hay de qué avergonzarse. Puedes apoyarte en tus seres queridos o en profesionales como los terapeutas ocupacionales, quienes son de gran ayuda para recuperar las funciones, las actividades y la vida en general que llevabas a cabo antes.

¿Sabes? Es genial comprobar que aún tienes la capacidad de sorprenderte a ti mismo. Así que, amigos y amigas, sorprenderos. Levantaros cada mañana con ganas de comeros el mundo y sonreírle al espejo, sorprenderos; pasad el día aprovechándolo al máximo, aunque eso a veces signifique vaguear, pero que os guste, sorprenderos; volved a la cama con la misma sonrisa con la que os levantasteis y volveréis a vislumbrar al día siguiente, sorprenderos; pero, sobre todo, quereros.

En esta página encontraréis muchísima información acerca del tema: http://www.cancer.org/espanol/servicios/comocomprendersudiagnostico/fragmentado/despues-del-diagnostico-una-guia-para-los-pacientes-y-sus-familias-how-do-i-cope


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